Cosas pendientes, Tomo V (Porque no me canso, porque me desvelo, porque grito, porque soy un maldito escolar!)
Algún día le dije a alguien que subiría mis cuentos cortos (tal vez es buen momento para empezar)
Todo lo que sabía de la vida, de la real, la dura, la que no cansa, sino endurece, lo tuvo que aprender desde los 8 años. En una esquina concurrida, de alguna concurrida avenida, en la concurrida capital, de un concurridísimo y triste país, entre recopilaciones maestras de literatura universal, traficantes de vicios y melancólicos borrachos que recitaban sus óperas de nada a un cielo, que los observaba con indiferencia.
Ayudaba a su padre a vender libros viejos, que recogían de casa en casa, o lograban rescatar de algún basurero. Su trabajo consistía en empujar la careta, que se caía a pedazos, cuando el viejo ya no daba y no dejar que algún pendejo se vaya sin pagar. Podía con la carreta e incluso le divertía algo el sortear los vehículos que se atravesaban sin piedad, pero lo de vigilar los pagos no era una tarea fácil, dado que Don Raimundo valoraba el conocimiento más que a nada en la vida, y por ende consideraba que debía ser del dominio público, sin un sol de por medio, aunque su hijo lo mire con tristeza de vez en cuando.
Remoloneaba antes de irse a bañar, se paseaba por los cuartos vacíos, una cumbia lejana jodía el silencio melancólico de la casa con una prestada felicidad, cuando encontró el viejo celular del viejo. El fondo de pantalla era una foto de Peque, el viejo y él tomando gaseosa, con pose y muecas de borrachos. Sonrió. Revisó la carpeta de fotos. Un amigo de Natalia poniendo cara de idiota. El bautizo de capoeira de Peque. Un grupo de obstetrices. La foto del bar. La mamá Dalmira al lado de la tumba de papá Orlando, aceptándose sola, para siempre. Suficiente, pensó. Se fue a bañar. Dejó que el agua le baje, hirviendo, por todo el cuerpo, como una ardiente caricia de redención.
Etiquetas: Manos que gritan
1 comentarios:
y claro que si lo eres, mariconazo. lo que pasa es que te desapareces, te esfumas, eres como el son-ido de mis palabras. oye webonazo, para que chucha me das el fono de malena (su voz es chevere) para que luego yo, con voz de webonazo, le tenga que decir ah disculpa, es que lando me lo dio. oe carajo, la proxima vez para con tu celular, si no quieres que te lo roben, te lo metes al culo y contestas apretando. fue a mi a quien le dijiste que subirias los cortos. yo, por mi parte, estoy escribiendo algo que va mas alla de toda trilogia (literalmente, porque son 4) y lo escribiria ahora si no para tan jodidamente ocupado. prometo que lo hare. lo del arte tambien queda pendiente, lo de las musas supongo que tambien, y sobre como muere una musa tambien. sobre lo ocupado que estoy tambien, sobre mis aventuras y desventuras tambien,pero sobre todo lo de mis sueños. eso tambien. lo del viaje de mi falimia tambien, lo de mi cumpleaños tambien, pero sobre todo lo de como no lo festeje tambien. lo de el chibolo con cara de muerte en la combi tanbien, pero sobre todo de mi puta cobradia, eso sí que tambien. lo de como el capitan lando se quedo sin tripulacion tambien, pero sobre todo como, el ahora espadachin solitario pato (ese es el nombre de un espadachin winner que estudio en la escuela de origami) tambien.
siempre que me leo siento que puedo escribir sobre casi cualquier cosa. es solo cuando te leo que siento que no podre superar eso, hasta que leo incluso algo mas genial que tu tambien escribiste. supongo que un da de estos te llamare porque todos se preguntan por ti y tu no apareces (aunque tampoco tendrias porque hacerlo pero no eres chuck norris). en fin.
un amigo, un hermano, un complice
asyr!
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