Un Hombre con Sombrero
Un Hombre con Sombrero (Sobre el Electro Cofla y el Jajaja Night)
Es jueves soleado, tengo la cara colorada del trabajo. Tengo los bolsillos vacios pero me he pedido algo solo para tener algo con que jugar mientras él hace lo suyo. No esta aca precisamente para hablar u observarme, aunque felizmente tengo el pelo corto -pienso-, sino para criticarme o para borrarme del mapa por completo. Solo dependo de tres intentos, aca estan los 3 que me acompañan. Solo he impreso las 3 mejores entradas que alguna vez escribi en el blog. Las que ahora seran evaluadas y, probablemente, destruidas. No me he atrevido a editarlas. Se dara cuenta si lo hago, pense. Yo llegue muy temprano, es facil hacerlo cuando no tengo que ir a la u. Es facil hacerlo cuando sientes que muchas cosas que haces, o que quieres hacer, dependen, de mayor o menor manera, de ese tipo al que muchos temen. Sin embargo llegue puntual a la cita. El no me conocia, yo si a él. Asi que me sente en aquel parque miraflorino, frente a aquel cafe al que siempre negare haber ido pero del cual aun tengo un sobresito de azucer en alguna parte de mi habitacion. Veia a octogenarios leyendo periodicos en las mesitas que estan fuera, los veia y me preguntaba a que sabria un cafe de esos. Todos de pelos blancos y de figuras no tan antiguas, pero si con ese brillo tatesco que tienen algunos. Aunque sus apellidos no sean pronunciables por estas lenguas. Estaba en el parque escuchando musica y tratando de estar lo mas calmado posible, con una botella de agua y con las hojas en un folder presentable, no podia ir y simplemente sacarlas del folder de Batman. Tenia mi mochila y mi lapicero. El verde, aunque exausto, me acompañaba. Cuando fue la hora entre y me pedi lo que me parecio menos rimbombante, complejo, y estrafalario. Mientras lo esperaba el maldito cafe se enfrio, no queria empezar a consumirlo sin que él estuviera presente pues, si lo hacia, ¿Qué demonios me iba a poner hacer despues? Cuando llego me pare torpemente y movi la meza mientras intentaba recomponerme ante su prescencia. Él estaba ahi y yo ya no estaba. Se habia quedado un muñeco con un casette lleno de todo lo que sabia tenia que decir. Se presento y mientras el resto de la reunion no me diriji a el por su impronunciable apellido ni por su nombre, lo trataba de usted y lo miraba poquito. Estaba hecho un espantapajaros de lo alguna vez me imagine que seria una reunion de este tipo. Sin embargo, y algo sacudido de la primera impresion, me puse a hablar sobre mi, sobre como veia las cosas, sobre como las escribia, sobre lo que hacia, a quien leia, que leia, como lo leia, como escribia (o creia que lo hacia), cuando lo hacia, en que situaciones y bajo que contextos y conceptos, sobre mi extraña aficion a escribir en hojas y con lapicero (cosa que, me explico, no es tan extraña, pues uno siempre busca la manera de complicarse solito, o por lo menos la clase de personas a la que, él cree, que pertenezco -lo cual me hizo sonreir por detras de los ojos). Luego de la presentacion de ambos, comenzo a hablarme sobre lo dificil de todo esto, sobre en que consistia su trabajo ese dia conmigo y sobre como una banda imberbe de, ¿mocosos?, que escribia en, ¿blogs?, se creian que por tener un espacio publico se convertian en artistas exclusivos de su mini espacio intrascentdente e inexistente para la mayoria de publico conocedor, es decir, otros -los reales- escritores. Ja, bloggers, que tontos... claro.
Luego de hablar sobre un par de cosas mas, como revistas y el bum de los articulos y cuentos cortos, agarro mi folder y se dipuso a marchar, no sin antes dejarme un nuevo dia y una nueva tarea. Se puso su sombrero de vuelta pues, el sombrero es para que dios no pueda ver por sobre tus pensamientos, asi que no tiene objeto usarlo en un lugar con techo. Y, tras pagar la cuenta, me dijo: "Y no te olvides, ahora tienes que traerme Todos Tus Recuerdos y Promesas, por Escrito" y tras soltar una carcajada se marcho. Que demonios significaban esas palabras para él. Todos mis Recuerdos y Promesas por Escrito, no parece algo muy facil de hacer, no en las 2 semanas que dio. Ademas, ¿Como?... ¿Como se supone que voy a hacer algo asi? ¿Acaso me esta retando? Felizmente con el tiempo libre que me da el trabajo podia hacerlo sin problemas, ahora solo me faltaba saber a que se referia exactamente con eso. Segui sentado ahi en el cafe, con mi taza fria y con el amargor en los labios de un reto que aun no endentia del todo. Aquel amargor no me lo pude sacar ni sobreendulzando aquella taza, asi que la deje ahi media llena y me fui.
Siendo esto lo que guiaba a hacerlo, y siendo esto sobre lo que el me va a evaluar, decidi escribir los recuerdos y promesas que hice alguna vez escribiendo para algo, o alguien, sobre algo, o alguien. Los proyectos que tenia en la cabeza y sobre como escribi algunas cosas. Sobre todo sobre como escribi aquellas 3 cosas que habia impreso para él. Las motivaciones, los intentos, los borradores -si me acordaba- de las historias que le habia presentado. Aquellas 2 semanas fueron estresantes y exahustas. No solo por tener que pensar sobre eso muchas veces para que quede bien, o sobre el esfuerzo que hacia en recordar ciertas cosas, sino que mientras lo escribia en una hoja y lo tipeaba, las energias se ma iban de rato en rato luego en el bus del trabajo. Le enseñe alguna de esas hojas a las alumnas de 13 y 14 y les conte parte de la historia. Ellas se maravillaron y me hicieron sentir que, quiza, tendria exito en esto. Que, quiza, lograria vencer al hombre con sombrero. Una noche antes de nuestra reunion no pude dormir en casa, asi que me fui a la casa de un amigo, en el cual luego llamamos a mucha mucha gente. Luego aparecio poca, pero aparecio y armamos una reunion en la cual aprendi algo de bailes extraños y en al cual nos reimos mucho luego de que me cayera repetidas veces tras intentar un giro. Dormi temprano pues no queria ir con mala pinta a la reunion y ellos se quedaron abajo, mientras algunas de las chicas comenzaban a sacar la pimienta y comenzaban a darselas de cocineras.
Nuestra siguiente reunion fue un Viernes, a la misma hora. Él se aparecio de la misma manera, espantando a la luz, con ese sombrero tan peculiar en el pero tan comun en otros tiempos. Me confeso que no habia leido nada de lo que le habia dado. Pidio un par de cafes y eligio una hoja al azar. Se puso a leerla frente a mi y yo no podia con toda la presion que esa situacion me acusaba. Asi que tomar el cafe de golpe y que llegue, via rapida, a mi cabeza, no era la mejor de las ideas. Respire y respire y mire todo lo que era posible mirar. Ver sobre tanta cabeza canosa es, de alguna manera, relajante. Todas blancas, pulcrisimas y bien peinadas, nada de gomina o gel, todas libres al viento. Danzando al unisono capricho del viento que los acariciaba y les daba el ritmo. Derrepende termino de leer. Hablo sobre lo profesional que hay que ser en esto, lo profesional y lo empresarial. Aca no hay nada de inspiraciones y esas cosas, me dijo, si te dan una fecha y un tema, tu tienes que escribir para esa fecha y sobre ese tema, asi no te venga nada a la cabeza. Una vez que se convierte en una obligacion deja de ser todo lo placentero que crees que es ahora. Yo le di ejemplos sobre lo que creia que eran escritores que hacian las cosas como yo queria hacerlas. Pero el los desacretido rapidamente diciendo que esas suertes son simplemente eso. Y que en estas aguas habia que tener mas que eso, se debia de conocer el manual, la teoria necesaria para ser bueno, no solo fluir y fluir sin canales que lo dirijan de manera adecuada. Derrepente rompio las hojas que le habia dado y me dijo que luego de que pasara por él las escribiria de verdad. Le dije que no queria, que queria seguir haciendo las cosas como me gustaba hacerlas, que esa era mi inextripable manera de hacer las cosas y que asi era como queria seguir haciendolas. Luego se paro y se puso su sombrero, no sin antes haber pagado la cuenta y haberme dejado una nueva tarea: "Debes de comenzar a tomarte estas cosas mas enserio". A la salida del cafe le pregunte sobre la tarea que me habia dejado para hoy, lo de los recuerdos y las promesas. Agarro el folder y lo guardo. Me dijo, lo leere y vere si puedes hacer las cosas como quieres tu que se hagan, si veo que no eres capaz te llamare y trabajaremos en todo eso que te he dicho, tendras que darte por vencido, si no lo hago entonces podras hacer lo que te da la gana, pero no conmigo". Se marcho y yo volvi al cafe. Me sente y me pedi uno que en la se describia de manera provocativa. Me quede ahi una hora mas pensando sobre lo que acababa de pasar ¿Estaba ya todo peridido? Qué se supone que haria si no me llama. Derrepente desee con muchas ganas que no me llamase jamas y le heche mas azucar al cafe. Su dulzura me envolvio y deje de preocuparme. Soy asi de simple, pense. Y su numero jamas volvio a aparecer en la pantalla de mi celular.
asyr!
La historia no contada sobre lo que jamas nunca paso.
Camina por la acera, mientras la luz escapaba de él. No lo rodeaba, no fluia ni emanaba. Huia, como trata de huir la oscuridad de la luz. Vestia de traje y tenia un sombrero de copa, no es como me lo imagine, resaltaba de manera peculiar sobre los demas. Su imagen no explotaba en retoquerias absurdas, sino que eran un sutil valet de complejidades distintorias. No es el tipo mas simpatico que he conocido en mi vida. Es bueno en lo que hace. Yo, como lo que soy, no tendria la posicion como para criticarlo jamas. No es que sea muy conocido por los mortales, pero se ha hecho de un nombre y es de temer entre quienes escuchan las silabas de su apellido. Aquel conjunto bombastico que se pronuncia con un acento que se achola cada vez que retumba en el oido de la muchedumbre. Él sabe, que como la mayoria, le temo. Que no quiero hablar con él, precisamente con él maldicion, sobre esto. Llega tarde. 15 minutos tarde. Lo que las personas importantes se hacen esperar sin faltarle el respeto a la otra, me dice. Lo unico que si quiera me anima es saber que tendre una opinion sobre todo esto. Que me hayan mandado con él, o que a él lo hayan mandado conmigo, solo significa que de alguna manera lo hago bien. No me pondrian bajo su ojo si solo quisieran que me hagan trizas. ¿O acaso si?.Es jueves soleado, tengo la cara colorada del trabajo. Tengo los bolsillos vacios pero me he pedido algo solo para tener algo con que jugar mientras él hace lo suyo. No esta aca precisamente para hablar u observarme, aunque felizmente tengo el pelo corto -pienso-, sino para criticarme o para borrarme del mapa por completo. Solo dependo de tres intentos, aca estan los 3 que me acompañan. Solo he impreso las 3 mejores entradas que alguna vez escribi en el blog. Las que ahora seran evaluadas y, probablemente, destruidas. No me he atrevido a editarlas. Se dara cuenta si lo hago, pense. Yo llegue muy temprano, es facil hacerlo cuando no tengo que ir a la u. Es facil hacerlo cuando sientes que muchas cosas que haces, o que quieres hacer, dependen, de mayor o menor manera, de ese tipo al que muchos temen. Sin embargo llegue puntual a la cita. El no me conocia, yo si a él. Asi que me sente en aquel parque miraflorino, frente a aquel cafe al que siempre negare haber ido pero del cual aun tengo un sobresito de azucer en alguna parte de mi habitacion. Veia a octogenarios leyendo periodicos en las mesitas que estan fuera, los veia y me preguntaba a que sabria un cafe de esos. Todos de pelos blancos y de figuras no tan antiguas, pero si con ese brillo tatesco que tienen algunos. Aunque sus apellidos no sean pronunciables por estas lenguas. Estaba en el parque escuchando musica y tratando de estar lo mas calmado posible, con una botella de agua y con las hojas en un folder presentable, no podia ir y simplemente sacarlas del folder de Batman. Tenia mi mochila y mi lapicero. El verde, aunque exausto, me acompañaba. Cuando fue la hora entre y me pedi lo que me parecio menos rimbombante, complejo, y estrafalario. Mientras lo esperaba el maldito cafe se enfrio, no queria empezar a consumirlo sin que él estuviera presente pues, si lo hacia, ¿Qué demonios me iba a poner hacer despues? Cuando llego me pare torpemente y movi la meza mientras intentaba recomponerme ante su prescencia. Él estaba ahi y yo ya no estaba. Se habia quedado un muñeco con un casette lleno de todo lo que sabia tenia que decir. Se presento y mientras el resto de la reunion no me diriji a el por su impronunciable apellido ni por su nombre, lo trataba de usted y lo miraba poquito. Estaba hecho un espantapajaros de lo alguna vez me imagine que seria una reunion de este tipo. Sin embargo, y algo sacudido de la primera impresion, me puse a hablar sobre mi, sobre como veia las cosas, sobre como las escribia, sobre lo que hacia, a quien leia, que leia, como lo leia, como escribia (o creia que lo hacia), cuando lo hacia, en que situaciones y bajo que contextos y conceptos, sobre mi extraña aficion a escribir en hojas y con lapicero (cosa que, me explico, no es tan extraña, pues uno siempre busca la manera de complicarse solito, o por lo menos la clase de personas a la que, él cree, que pertenezco -lo cual me hizo sonreir por detras de los ojos). Luego de la presentacion de ambos, comenzo a hablarme sobre lo dificil de todo esto, sobre en que consistia su trabajo ese dia conmigo y sobre como una banda imberbe de, ¿mocosos?, que escribia en, ¿blogs?, se creian que por tener un espacio publico se convertian en artistas exclusivos de su mini espacio intrascentdente e inexistente para la mayoria de publico conocedor, es decir, otros -los reales- escritores. Ja, bloggers, que tontos... claro.
Luego de hablar sobre un par de cosas mas, como revistas y el bum de los articulos y cuentos cortos, agarro mi folder y se dipuso a marchar, no sin antes dejarme un nuevo dia y una nueva tarea. Se puso su sombrero de vuelta pues, el sombrero es para que dios no pueda ver por sobre tus pensamientos, asi que no tiene objeto usarlo en un lugar con techo. Y, tras pagar la cuenta, me dijo: "Y no te olvides, ahora tienes que traerme Todos Tus Recuerdos y Promesas, por Escrito" y tras soltar una carcajada se marcho. Que demonios significaban esas palabras para él. Todos mis Recuerdos y Promesas por Escrito, no parece algo muy facil de hacer, no en las 2 semanas que dio. Ademas, ¿Como?... ¿Como se supone que voy a hacer algo asi? ¿Acaso me esta retando? Felizmente con el tiempo libre que me da el trabajo podia hacerlo sin problemas, ahora solo me faltaba saber a que se referia exactamente con eso. Segui sentado ahi en el cafe, con mi taza fria y con el amargor en los labios de un reto que aun no endentia del todo. Aquel amargor no me lo pude sacar ni sobreendulzando aquella taza, asi que la deje ahi media llena y me fui.
Siendo esto lo que guiaba a hacerlo, y siendo esto sobre lo que el me va a evaluar, decidi escribir los recuerdos y promesas que hice alguna vez escribiendo para algo, o alguien, sobre algo, o alguien. Los proyectos que tenia en la cabeza y sobre como escribi algunas cosas. Sobre todo sobre como escribi aquellas 3 cosas que habia impreso para él. Las motivaciones, los intentos, los borradores -si me acordaba- de las historias que le habia presentado. Aquellas 2 semanas fueron estresantes y exahustas. No solo por tener que pensar sobre eso muchas veces para que quede bien, o sobre el esfuerzo que hacia en recordar ciertas cosas, sino que mientras lo escribia en una hoja y lo tipeaba, las energias se ma iban de rato en rato luego en el bus del trabajo. Le enseñe alguna de esas hojas a las alumnas de 13 y 14 y les conte parte de la historia. Ellas se maravillaron y me hicieron sentir que, quiza, tendria exito en esto. Que, quiza, lograria vencer al hombre con sombrero. Una noche antes de nuestra reunion no pude dormir en casa, asi que me fui a la casa de un amigo, en el cual luego llamamos a mucha mucha gente. Luego aparecio poca, pero aparecio y armamos una reunion en la cual aprendi algo de bailes extraños y en al cual nos reimos mucho luego de que me cayera repetidas veces tras intentar un giro. Dormi temprano pues no queria ir con mala pinta a la reunion y ellos se quedaron abajo, mientras algunas de las chicas comenzaban a sacar la pimienta y comenzaban a darselas de cocineras.
Nuestra siguiente reunion fue un Viernes, a la misma hora. Él se aparecio de la misma manera, espantando a la luz, con ese sombrero tan peculiar en el pero tan comun en otros tiempos. Me confeso que no habia leido nada de lo que le habia dado. Pidio un par de cafes y eligio una hoja al azar. Se puso a leerla frente a mi y yo no podia con toda la presion que esa situacion me acusaba. Asi que tomar el cafe de golpe y que llegue, via rapida, a mi cabeza, no era la mejor de las ideas. Respire y respire y mire todo lo que era posible mirar. Ver sobre tanta cabeza canosa es, de alguna manera, relajante. Todas blancas, pulcrisimas y bien peinadas, nada de gomina o gel, todas libres al viento. Danzando al unisono capricho del viento que los acariciaba y les daba el ritmo. Derrepende termino de leer. Hablo sobre lo profesional que hay que ser en esto, lo profesional y lo empresarial. Aca no hay nada de inspiraciones y esas cosas, me dijo, si te dan una fecha y un tema, tu tienes que escribir para esa fecha y sobre ese tema, asi no te venga nada a la cabeza. Una vez que se convierte en una obligacion deja de ser todo lo placentero que crees que es ahora. Yo le di ejemplos sobre lo que creia que eran escritores que hacian las cosas como yo queria hacerlas. Pero el los desacretido rapidamente diciendo que esas suertes son simplemente eso. Y que en estas aguas habia que tener mas que eso, se debia de conocer el manual, la teoria necesaria para ser bueno, no solo fluir y fluir sin canales que lo dirijan de manera adecuada. Derrepente rompio las hojas que le habia dado y me dijo que luego de que pasara por él las escribiria de verdad. Le dije que no queria, que queria seguir haciendo las cosas como me gustaba hacerlas, que esa era mi inextripable manera de hacer las cosas y que asi era como queria seguir haciendolas. Luego se paro y se puso su sombrero, no sin antes haber pagado la cuenta y haberme dejado una nueva tarea: "Debes de comenzar a tomarte estas cosas mas enserio". A la salida del cafe le pregunte sobre la tarea que me habia dejado para hoy, lo de los recuerdos y las promesas. Agarro el folder y lo guardo. Me dijo, lo leere y vere si puedes hacer las cosas como quieres tu que se hagan, si veo que no eres capaz te llamare y trabajaremos en todo eso que te he dicho, tendras que darte por vencido, si no lo hago entonces podras hacer lo que te da la gana, pero no conmigo". Se marcho y yo volvi al cafe. Me sente y me pedi uno que en la se describia de manera provocativa. Me quede ahi una hora mas pensando sobre lo que acababa de pasar ¿Estaba ya todo peridido? Qué se supone que haria si no me llama. Derrepente desee con muchas ganas que no me llamase jamas y le heche mas azucar al cafe. Su dulzura me envolvio y deje de preocuparme. Soy asi de simple, pense. Y su numero jamas volvio a aparecer en la pantalla de mi celular.
asyr!
Etiquetas: Reflexiones de una taza
2 comentarios:
Si yo fuera el hombre con sombrero (aunque no lo soy ) diria que es parte de tu problema con la autoridad, por un conflicto en la niñez que bla bla bla.... el que te deja escribir chvre =)...y que va a ser yuca q encuentres una xamba que t deje scribir sin presiones jeje xD
Bien escrito pato! ¬¬ (para no cambiar mi tonica y que no creas que lo estoy dicendo todo alegre como un weon)
p.d: (para satisfacer mi espiritu critico ·constructivo·) se dice desee no desie.
-.-"
Son libertades literarias Ronnie, Libertades Literarias...
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