Historias invisibles

¿Quién era jefe?

No lo sé, creo que quiere ayudar, pero ya me he equivocado antes

Comisionado Gordon - Batman El caballero de la noche

Ideas perpetuas, ideas circulantes, ideas que caminan sobre mi, que hablan sobre mi.
Ideas desafiantes, incomesurable, como el viento, como el mar de noche, como el viento que sopla fuerte y te hace estremecer.

Ideas que no te permiten avanzar, que te jalan hacia atrás, que te juntan con lo peor de ti, te inquietan y te abruman, te desmuestran que aún te falta mucho por aprender, que no aprendiste nada, que ya no te queda nada por aprender.

ideas que te hacen creer, que te ayudan a caer hasta el fondo, que te impiden seguir, que te ahogan a lo lejos de la costa, que son solo un reflejo parpadeante en el fondo de la noche, oscura y fría.

Ideas que se convierten en tu alma, ideas que odias, ideas con las que aprendes a vivir, que necesitas para existir, que nunca debes comentar, de las cuales nadie debe saber.

Ideas regresivas, ideas que te ayudan a recordar miradas y que ayudan a acompañar almas temerosas, menos que tú, ideas encadenantes, que no te permiten avanzar, que abundan en la soledad y que te hacen perpetuo guardían de ella, que te hacen reflexionar sobre ti, que te hacen penar tus pasos, no guían pues absorven tu conciencia, tu calma, tu felicidad, te desvanecen en la incertidumbre, te ayudan a equivocarte una vez más... una vez más

No me odies, no me envidies, todos las tenemos pero la mayoría en menor cantidad que yo. Me hacen eterno y a la vez finito, me ayudan a comprender la angustia, la necesidad, la espera. Me hacen esperar, me hacen soñar, me hacen arriesgar y me ayudan a olvidar recordándome cada paso.

Ideas complejas, me hacen regresar a mi casa, derrotado por el mundo, acompañado de ingenuidad y temerosidad. Ideas temerosas que me hacen temer y que al final no me ayudan a comprender, no me enseñan de verdad, me enseñan a medias.

Regreso entonces derrotado, una vez más, no comprendo bien la situación actual pero la conozco de sobremanera, recuerdo que dejé de vivir para poder ser feliz, detuve el mundo solo para mi, para poder sentirte ¿valió la pena? me pregunté o me preguntaste, no recuerdo más "valió la pena" me dijiste. Te creo, considero que para ser la última de las noches frente a mi valió la pena.

Enojo sin razón pues la ideas me destrozan al volver atrás "no quiero más" grité por un momento "¿por qué más? ¿para que más? ¿por qué yo? ¿es necesario?"
"No", es el precio por tu felicidad, ahora más costoso que antes, "¿sabes? no te puedes traicionar a ti mismo, no podrías perder las cosas por tu cuenta, necesitas de mi" Recuerdo las noches infinitas, recuerdo el odio maternal, recuerdo aquellas historias invisibles para los demás, radiantes y felices para mi.

Ideas de los últimos días, de las últimas noches, de las noches de nostalgia, de recuperación, de fervor, de compañía grata, de silencio noctambulo, de insomnio sin sentido, de escucha en el silencio, de los sueños que me regalaste, de tu alcance inmortal, de tu calidez a pesar de la frialdad que nos rodea, ahora todas disueltas, temerosas, sin calor, de nuestra compresión, de tu amistad sincera ¿donde están ahora? ¿donde habitan? solo horas pasaron ya y no la puedo ubicar, las voy a extrañar, te voy a extrañar no lo dudes.

Recuerdo vagamente sobre los muertos que ya no están, recuerdo la conversación en silencio sobre ellos, recuerdo que no nos escuchan, ideas que no existen, que no nos pertencen más, que nos ayudaron a concoer el valor de la vida ¿cuánto más la valoras?, después de eso, solo después de eso se valora más.

Ahora recuerdo cada una de las noches antecedentes, plácidas, fugaces porque ya no habitan, cortas como el camino con dolor, cada vez menos amargas. Comprendí lo mismo que tú, logré conocerte, lograste que te conociera ¿lograste conocerme? ¿logré que me conocieras? Camino sin retorno, un nuevo intento, un nuevo adios, esta vez más cálido que antes a pesar del frío que nos rodea.

recordaré tu voz por las noches, tu luz por las mañanas, tu sonrisa detrás de la mía, no puedo evitar la húmedad, pero  tampoco puedo evitar sonreir mujer de la noche ¿me vas a acompañar aún? quedate un momento más, dejame soñar con una noche más, dejame sonreir nuevamente a tu lado...