Malditos Escolares!

lunes, 12 de noviembre de 2012

5 am


Me siento fuerte y con potestad para irrumpir sorpresivamente en la vida de otro, cuya inteligencia burlé, de ese que creí débil y no respeté en algún momento de mi valentón pasado. Quizá ese otro a quien hoy angustio, después de interminables racionalizaciones, ha logrado reponerse, pero no es algo que yo quiera considerar. Y le hago llorar, confundirse, recordar, tomar algunas decisiones apresuradas y desistir de otras. Cuan egoísta es la culpa, qué sentimiento comodón, que no me permite preocuparme genuinamente por lo que siente el otro, me preocupo por la imagen que ahora tiene de mí, me avergüenzo porque ahora conoce mis miserias, porque me vi descubierto, me arrepiento porque cometí un error y las consecuencias también me salpicaron. Como sea, la culpa no me  deja tranquilo y a las 5 am de un domingo (seguramente con los ojos rojos y en medio de un llanto ebrio) sorprendo a esa persona a la que hice daño tiempo atrás, con palabras que no necesita oir, la sigo atando, no le permito recuperarse.

1 comentarios:

Blogger asyr! ha dicho...

Qué bonito escribe, susanita.

14 de noviembre de 2012, 11:15  

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